Hoy hablaré de un fenómeno paranormal conocido como “experiencias cercanas a la muerte”,
y es cuando una persona está a punto de morir (por lo general, de forma
inesperada como, por ejemplo, en un accidente), o bien, llega a tener “muerte clínica” por unos instantes y logra ver cosas de su alrededor o personas que en realidad ya fallecieron.
Y aunque algunos de estos casos tienen una explicación médica, hay
muchos otros que son sorprendentes y ni la misma ciencia ha podido
explicarlos.
A lo largo de mi carrera pude entrevistar a dos yucatecos que han vivido esas experiencias; estos son sus relatos:
El primero es un joven de nombre Jesús Iván, quien en 1994 tenía 18
años de edad; estaba a punto de irse a vivir un tiempo a Estados
Unidos por cuestiones de estudios y, por lo tanto, a manera de
despedida, se fue con sus amigos un fin de semana a Telchac Puerto
“Fuimos al puerto el fin de semana con cinco cuates. Una de esas
noches estábamos en una fogata, y en medio del relajo decidimos hacernos
los valientes, pues aunque había muchas olas decidimos meternos así al
mar.
“Cuatro de nosotros nos envalentonamos y nos metimos. Yo siempre fui
un buen nadador, pero al estar oscuro no vi una ola que me pegó de
frente y sentí como si me sacara el aire. Casi me desmayé, al mismo
tiempo que me iba hundiendo; más que angustia de pronto me sentí todo
entumido como si el tiempo pasara en cámara lenta.
Como en una película
“De pronto, como si yo estuviera frente a una película, vi cómo me
alejaba de mi cuerpo y me percaté que uno de mis compañeros trataba de
sacarme del mar; afortunadamente, había luna llena y pudieron verme.
Observé cómo uno de ellos corrió en busca de ayuda y otro trató de
reanimarme cuando me pusieron en la arena; era como si yo estuviera diez
metros por encima del suelo viendo cómo pasaba todo.
“También sentía una persona junto a mí. Al voltear, mi sorpresa fue
que era uno de mis tíos que había fallecido hacía mucho tiempo y me
decía que todavía no era mi hora.
“Cuando desperté estaba en un hospital en Mérida; afortunadamente, pude vivir para contarlo.
“Y aunque mis amigos, al principio, no me creían lo que les conté,
después empezaron a creerlo cuando atiné exactamente a lo que hizo cada
quien en el accidente y lo recuerdo como si fuera ayer: Benny entró a
rescatarme al mar; Sergio fue corriendo por ayuda; Mateo lloraba con
desesperación y Rigo fue el que intentó reanimarme.
“De todo esto no había forma que yo lo supiera porque estuve
inconsiente hasta después de varias horas, ya que los doctores dicen que
tuve muerte clínica, pero por fortuna ninguna secuela”, finalizó.
Volcó en su vehículo
El otro caso le ocurrió a la señora Laura Sánchez, quien en 1997,
mientras viajaba en la carretera Mérida-Cancún, se le pinchó una llanta a
su vehículo, lo que propició que volcara y estuviera a punto de perder
la vida:
“Lo último que recuerdo es que la camioneta daba vueltas y se salía
de la carretera. Después, tras un instante de oscuridad vi una luz muy
pequeñita como en la parte alta de un cuarto, y yo comencé a flotar y a
dirigirme rápidamente a ella. Mientras más rápido iba la luz, ésta más
grande era. Sentía mucha paz y una gran tranquilidad.
“Yo creo que pasé varios minutos así, porque pude ver cómo algunos
vehículos se detenían y trataban de ayudarme. Yo estaba como en alto
viendo que ellos trataban de reanimar mi cuerpo, el cual estaba aún
dentro de la camioneta.
“Llegaron los paramédicos y mientras empezaban a reanimarme vi cómo
con mucho cuidado me subían a una camilla y después a la ambulancia;
varios minutos después desperté y de inmediato ya estaba yo en mi
cuerpo, y de hecho le pude describir a los paramédicos a las personas
que se acercaron a socorrerme y hasta los modelos de los coches que se
detuvieron a ayudar.
“Uno de ellos quedó muy sorprendido, ya que dice que cuando llegaron
yo estaba boca abajo en el asiento del pasajero y no podía ver nada a mi
alrededor ni aunque hubiera abierto mis ojos, y mucho menos ver los
autos que pararon varios metros detrás del mío.
“Nunca encontré explicación lógica a esto. Tiempo después me enteré
que esto es como una prueba de que el alma y la vida más allá de la
muerte sí existen. Yo estuve a punto de morir y por eso en esos
instantes me convertí en una especie de alma en pena, pero por fortuna
pude regresar para contarlo”, finalizó.
http://sipse.com/milenio/enigmas-jorge-moreno-enigmas-yucatecos-experiencias-cercanas-muerte-98357.html