En busca del alma, documentos, noticias, todo lo relacionado, y todo lo que tenga que ver con su existencia.
domingo, 28 de abril de 2013
El dr Gaona y las experiencias cercanas a la muerte
¿Te has preguntado alguna vez si hay vida después de la muerte? ¿Es verdad eso que dicen de que vemos un túnel con una luz al final, donde nos esperan nuestros seres queridos? El Dr. Gaona nos acerca a gran cantidad de testimonios de experiencias cercanas a la muerte (ECM) con su libro Al otro lado del túnel (Editorial Esfera).
El doctor José Miguel Gaona, psiquiatra y habitual colaborador de distintos medios de comunicación, lleva tiempo estudiando casos de experiencias cercanas a la muerte. Afirma haber escuchado centenares de testimonios en
tan solo los cinco años que ha estado documentándose para escribir el libro.
Gaona se interesó por el tema y comenzó a investigar cuando escuchó testimonios de gente enganchadas a las drogas. Aunque al principio no creía en el tema, “por mi propia incultura acerca del tema”, decidió profundizar más.
Entre los casos que más le han conmovido, están los protagonizados “por niños, que son los que menos influencia cultural tienen. En este tipo de casos, la cultura juega un papel importante. Las ECM de occidente tienen connotaciones diferentes a las que describen gente de Asia, por ejemplo. Nuestra propia cultura nos media.”
Uno de los casos más impactantes, porque arroja una prueba objetiva, es el caso de un hombre que, mientras estuvo en coma, cuenta que vio la imagen de una chica joven a la que no conocía: “Al despertar del coma unas semanas después, se lo cuenta a sus padres y estos le confiesan que es adoptado y empieza la búsqueda de sus padres biológicos. Su sorpresa fue cuando comprueba que el dibujo que había hecho de la joven se correspondía con la foto de la hermana biológica que había fallecido años atrás”, explica Gaona.
Tras escuchar infinidad de testimonios, el doctor confiesa que existen muchas posibilidades a la hora de buscar explicaciones, ya que la ciencia puede dar más soluciones de las que parece. Por eso hay que seguir investigando, porque puede que la realidad sea mucho más asombrosa y la visión de la ciencia también puede cambiar.
El doctor Gaona también explica que no hay que estar clínicamente muerto para tener una ECM. Por ejemplo, un hombre que sufrió un accidente de moto, tuvo una ECM mientras daba vueltas en el aire antes de caer al suelo. “Este tipo de casos es una línea de investigación a nivel mundial”, dice.
“Las ECM son un proceso complejo, en el que parte de ese proceso es explicable, pero hay casos para los que no hay ninguna explicación”, afirma.
Todo esto y mucho más nos describe en su libro el Dr. Gaona, intentando acercar la neurofisiología a las ECM. Un tema que está despertando la curiosidad de los científicos y, en general, de miles de personas.
http://www.dibujandoperiodistas.com/el-dr-gaona-nos-acerca-a-las-experiencias-cercanas-a-la-muerte/
El neocirujano en coma que vio la luz se confiesa en 'Newsweek': "El cielo existe"
A los testimonios de enfermos en coma que han visto la luz al final del túnel y han vuelto a la vida se ha unido ahora uno muy especial, el del exitoso neurocirujano estadounidense Eben Alexander, que ha protagonizado una sorprendente portada de la revista Newsweek con un titular de lo más llamativo: "El cielo existe".
La experiencia vital de Alexander pasa, como en tantos otros casos, por un coma, una habitación de hospital y una vida a punto de apagarse. Después, un túnel, una luz brillante a su término, un "lugar maravilloso" y placentero y, de vuelta, muchas ganas de contarlo. En esta ocasión, el paciente lo ha hecho en la portada de Newsweek y lo hará en su próximo libro, titulado Proof of Heaven.
La experiencia cercana a la muerte del doctor Alexander, que confiesa que era escéptico ante la existencia de otra vida, se produjo después de que una meningitis le provocara en 2008 un coma en el que permaneció una semana. Durante este tiempo --asegura-- vivió en un "lugar sorprendente" que a duras penas consigue describir, pero que le dejó una sensación de paz y tranquilidad que intenta ahora relatar.
"Te enseñaremos muchas cosas, pero ahora debes volver"
Alexander asegura que está en condiciones de resolver el debate de si existe o no existe Dios, tan trascendente y, a la vez, tan actual con aportaciones como la del científico Stephen Hawking, quien el pasado año proclamó que Dios no está detrás de la creación del universo.
¿Cómo es el cielo? Alexander asegura que es un lugar "más allá de las nubes" en el que hay unas "formas superiores distintas a todo lo conocido en este planeta". Y más aún: hay agradables sonidos que son la expresión de la alegría y que se "palpan" en la piel, que están en el ambiente y transmiten felicidad.
Alexander asegura además haberse encontrado con "millones de mariposas" y que en su viaje estuvo acompañado la mayor parte del tiempo por una mujer joven y bella de "cabello marrón, grandes pómulos y profundos ojos azules" que con voz dulce le transmitió un mensaje. O más concretamente, lo hizo con un tipo de comunicación distinto al de las palabras.
"La mujer me habló, o mejor dicho, condujo su esencia conceptual hacia mí sin usar las palabras y me reveló: eres amado y deseado por siempre, no tienes nada que temer. Nada va a salir mal. Te enseñaremos muchas cosas aquí, pero ahora debes volver".
La experiencia cercana a la muerte del neurocirujano estadounidense ha generado reacciones de otros medios.
Doctor Raymond Moody, autor de La vida más allá de la vida en The Huffington Post:
"Es la experiencia más asombrosa que he escuchado en las cuatro décadas que llevo estudiando este fénomeno. Las circunstancias de su enfermedad y las credenciales impecables de su trayectoria médica hacen que sea muy difícil formular una explicación mundana a lo que ha vivido"
Publicaciones como Gawker vinculan estas experiencias con las que sienten los consumidores de drogas, y tilda el reportaje de "el tema más embarazoso que ha publicado jamás ‘Newsweek'".
http://www.periodistadigital.com/ciencia/ser-humano/2012/10/20/el-neocirujano-en-coma-que-vio-la-luz-se-confiesa-en-newsweek-el-cielo-existe.shtml
Huye Adele por miedo a fantasmas
La cantante de 23 años se mudó recientemente a una mansión valuada en 11 millones de dólares que está localizada en Sussex, Inglaterra; sin embargo, salió espantada a los pocos días porque piensa que en ella hay fantasmas.
Adele, que rentó la casa por 20 mil dólares al mes, no sabía que en ella había presencias extrañas.
Fue hasta que se mudó cuando comenzó a escuchar ruidos, los cuales -según un amigo de la cantante- le pusieron los pelos de punta en varias ocasiones, sobre todo por las noches.
El diario inglés The Sun publicó que la intérprete de Rolling in the Deep tuvo que pedirle a su guardaespaldas, quien es una mujer, que se quedara a dormir en la mansión de 10 habitaciones.
La propiedad tiene dos albercas, pista de aterrizaje, cancha de tenis y un área verde de 10 hectáreas.
La cantante inglesa se enteró que en los años 70 la casa funcionó como convento.
Hace alrededor de un mes, Adele le presumió su nuevo hogar a Anderson Cooper, titular del programa 60 Minutes, pero cuando llegaron a un oscuro vestíbulo le dijo: "Esta área es bastante tenebrosa... ¿has escuchado hablar sobre The Shining?".
Al parecer Adele decidió no torturarse más. Ella y su novio, Simon Konecki, acaban de comprar una casa más pequeña pero con una vista increíble en el pueblo costero de Brighton.
La propiedad, situada frente al mar, le costó alrededor 3.2 millones de dólares y ahí no se sentirá solita, pues su novio planea vivir junto a ella para cuidarla de cualquier espíritu o de cualquier vivo que ande vagando por los alrededores.
Huéspedes incómodos
Otras estrellas también han tenido experiencias sobrenaturales y en sus hogares han tenido que lidiar con fantasmas agresivos y amigables.
Nicolas Cage: El actor se deshizo de una propiedad que tenía en Nueva Orleáns porque se aparecía el fantasma de Madame Delphine LaLaurie, una socialité que en 1830 trataba de manera bastante cruel a sus esclavos, a quienes mutilaba con ayuda de su esposo.
Loretta Lynn: La cantante de música country tiene una casa en Hurricane, Tennessee, en la que ha tenido que aprender a convivir con fantasmas de todo tipo. En su propiedad se aparecen 19 soldados que fueron asesinados ahí, así como algunos esclavos, una mujer vestida de blanco y hasta el propio padre de la cantante.
Kate Moss: La modelo le contó al diario inglés The Sun que tuvo que contratar a un chamán para librarse de la energía negativa que hay en su casa de Londres. A la modelo le robaron una costosa pintura original de Banksy y poco después se inundó su hogar, de manera inexplicable, con aguas residuales.
Claudia Schiffer: La modelo alemana dejó su residencia situada en Suffolk, Inglaterra, por culpa del espíritu de una monja llamada Penélope, quien se enojaba muchísimo cuando alguien se atrevía a quitar las pinturas que estaban en las paredes de la propiedad construida en el siglo 16.
Joan Rivers: Luego de que su esposo se suicidara, la comediante se mudó a un departamento en Nueva York. Ahí, en el último piso, que en algún tiempo fue un salón de baile, tuvo que lidiar con el fantasma de la señora Spencer, quien había sido la dueña de todo el edificio.
A través de una sacerdotisa, Joan supo que la mujer estaba molesta porque no le gustaba cómo se veía su hogar. La conductora redecoró el lugar, colgó una foto de la señora Spencer y a diario le ponía flores. Joan dijo que al final ella y la señora Spencer se convirtieron en amigas.
Meat Loaf aseguró que, en más de una ocasión, ha sido protagonista de experiencias relacionadas con hechos paranormales.
Meat Loaf aseguró que, en más de una ocasión, ha sido protagonista de experiencias relacionadas con hechos paranormales.
Según confesó el rockero y músico estadounidense, de 64 años, "he tenido contactos con fantasmas y hasta he llegado a conversar con estos espíritus, lo que lleva a creer que existe algo después de la muerte, porque he visto a estos fantasmas y he estado alrededor de ellos."
Agregó que "algunos de estos fantasmas son sólo energía y otros son inteligentes, con los que he conversado usando un medidor de campos electromagnéticos que les permite responder con un sí o un no."
Meat Loaf reveló estas experiencias paranormales durante el lanzamiento al mercado de su nuevo álbum "Hell In a Handbasket."
Frases célebres de científicos creyentes. Allan Sandage.
«En mi niñez, era casi un ateo. La ciencia fue la que me llevó a la conclusión de que el mundo es mucho más complejo de lo que podemos explicar. El misterio de la existencia solo puedo explicármelo mediante lo Sobrenatural»
Allan Sandage. Astrónomo estadounidense
Allan Sandage. Astrónomo estadounidense
La telepatía, posible fenómeno de coherencia cuántica
La transmisión del pensamiento, referencia a la física de campos y a la acción a distancia
Ya desde hace años se ha planteado en física la hipótesis telepática, habiendo sido objeto de investigación y de especulación teórica. Si la telepatía entre seres humanos fuera real (si no transmisión precisa del pensamiento, sí al menos algún tipo de efectos psíquicos entre emisor y receptor), su explicación difícilmente cabría en el reduccionismo. Nos obligaría a buscar sus fundamentos de una física de campos y en algún tipo desconocido de acción a distancia. Por ello, los fenómenos telepáticos deberían unirse al paquete de hechos extraños conectados hoy quizá con los fenómenos de coherencia cuántica y acción a distancia, tanto en el mundo físico como biofísico.
La posibilidad de transmisión del pensamiento de una persona a otra gracias a una interacción o comunicación directa entre las “mentes” de dichas personas es asunto que despierta el interés de cualquier científico. Dicha hipótesis abriría horizontes nuevos en el conocimiento de la realidad y podría ser la puerta de entrada a mundos tan insospechados como reales.
Comenzaremos por un intento de reducir a esquema el fenómeno de transmisión del pensamiento sin mediación sensorial, llamado a veces telepatía. En una primera aproximación nos abstendremos de formular ninguna afirmación sobre la realidad de dicho fenómeno. En otros términos, no nos pronunciaremos acerca de la cuestión, nada baladí, consistente en reconocer si hay o no hay casos probados de comunicación telepática o parasensorial. Por el momento nos limitamos a describir algunas características que tal presunta intercomunicación presentaría.
La estimulación cerebral
En la medida en que hoy se conocen los procesos cerebrales no es posible que se desencadene ningún proceso cerebral sin que haya un estímulo sensorial que lo desencadene. Quienes interpretan el pensamiento como un proceso bioquímico defienden que el pensamiento o la acción mental (reducida a proceso bioquímico) sólo puede ponerse en marcha merced a un estímulo físico o químico (luminoso, calorífico, táctil, sonoro …) aplicado a los sentidos del sujeto. Quienes defienden el reduccionismo de las operaciones mentales a operaciones físico-químicas se encuentran poco inclinados a admitir factores extramateriales o extrabioquímicos en el momento de interpretar el psiquismo humano.
La “hipótesis telepática” admitiría que al menos en determinados casos, en circunstancias especiales, aún poco determinadas, cabe la posibilidad de que una “mente” (actuando como “receptora”) sea estimulada, sin estímulos sensoriales interpuestos, por la actuación de otra “mente” (“emisora”) que, repetimos, actúa supuestamente de modo directo sin la mediación de la voz, el tacto u otro medio de excitación sensorial.
Consecuencias de la hipótesis telepática
Dada por válida la hipótesis telepática, es decir admitiendo que al menos en algunos supuestos se verifica una interacción directa entre mentes sin mediación sensorial y bioquímica, habría que admitir importantes consecuencias del hecho.
Una sería que la mente, al menos en algunos supuestos, admite estimulaciones o mensajes que no tienen un soporte bioquímico. Ello restaría fuerza a las interpretaciones que reducen el fenómeno mental a procesos bioquímicos. Entendemos con ello que todas las investigaciones encaminadas a establecer con rigor la esencia y las especificaciones del hipotético fenómeno telepático servirían al mismo tiempo para adquirir conocimientos más profundos sobre la naturaleza y propiedades de la “psique” humana cuya interpretación como simple fenómeno bioquímico quedaría cuestionada.
Una nueva modalidad de interacción a distancia
Otra significativa consecuencia de la detección (en su caso) de interacciones telepáticas, realizada con metodología rigurosa, sería la identificación de una nueva modalidad de interacción a distancia. Es sabido que en el actual estado del saber científico las únicas modalidades de interacción entre objetos situados en distintas localizaciones espaciales (llamadas a veces fuerzas a distancia) son la interacción o fuerza gravitatoria (ejercida entre masas) y la interacción electromagnética (ejercida entre cargas eléctricas, bien estáticas, bien en movimiento).
Si se detectase sin dejar lugar a dudas la existencia de fenómenos telepáticos y, si gracias a precauciones experimentales apropiadas, pudiese descartarse que tal interacción telepática se realizase como consecuencia de interacciones gravitatorias o electromagnéticas, se habría encontrado una nueva modalidad de interacción a distancia, no gravitatoria ni electromagnética, sino realizada mediante una modalidad de interacción a distancia desconocida hasta el presente. Este hecho sería una puerta abierta a nuevos horizontes de la física; es decir, del conocimiento de la naturaleza.
El hallazgo de lo “extra-espacial” o “extra-corpóreo”
Como hipótesis de trabajo cabría añadir que si, como sugieren algunas observaciones, la “eficacia” de la interacción telepática mutua no se atenuase al incrementarse la distancia entre emisor y receptor, habría que deducir que no existe distancia entre los sujetos mentales y que todos ellos existen en un mismo “recinto mental” carente de dimensiones espaciales.
En otras palabras, se habría establecido un carácter extra-corpóreo o extra-espacial para la faceta mental de la persona que contradeciría el discurso reduccionista hoy tal vez predominante en los antropólogos. Empleando una terminología con muchos siglos de antigüedad estaríamos en presencia de “lo espiritual”, es decir, de lo no ligado a condicionamientos espaciales o corpóreos.
Las tesis que reducen la función mental a funciones bioquímicas tendrían más dificultad en interpretar la telepatía, ya que habrían de admitir que esa nueva forma de interacción (no gravitatoria ni electromagnética) tuviese a la simple materia cerebral como agentes emisor y receptor respectivamente. Pero parece difícil admitir que exista tal fuerza y que nunca se haya puesto de manifiesto su existencia en el curso de los prolijos y casi infinitos trabajos de observación y experimentación de la naturaleza llevados a cabo en los últimos siglos.
La inserción de lo mental en lo bioquímico
La confirmación de la “hipótesis telepática” situaría, pues, ante un dilema: o bien la interacción telepática se realiza entre los contenidos materiales del emisor y receptor, en virtud de una nueva fuerza hasta ahora desconocida (lo que parece difícil de aceptar), o bien es un fenómeno debido a que hay en el emisor y el receptor unos respectivos “factores mentales” extradimensionales, que se encuentran en comunicación directa por no serles aplicables ni los condicionamientos de localización espacial, ni de distancia o separación entre ellos.
Se debe reconocer en todo caso que la aceptación de la segunda alternativa del dilema suscita un problema, ya planteado desde tiempos remotos. Si se admite el “factor mental” extraespacial y extracorpóreo, no reducible a la bioquímica, habría ulteriormente que explicar en qué forma dicho factor no bioquímico interactúa con los procesos bioquímicos corpóreos, implicados en la cadena de procesos que intervienen en la fenomenología completa del supuesto fenómeno telepático.
Dada la transcendencia científica y humana de la cuestión, han de saludarse con aprecio y aplauso los esfuerzos rigurosos realizados en orden a alcanzar un conocimiento riguroso de la hipótesis telepática.
Una hipótesis a investigar
En todo caso parece que la hipótesis telepática deberá ser hoy investigada en conexión con la investigación de otros fenómenos similares conocidos hoy en la física, en la biología y en la neurología. Los fenómenos telepáticos deberían unirse así al paquete de hechos extraños conectados hoy quizá con los fenómenos de coherencia cuántica y acción a distancia, tanto en el mundo físico como biofísico.
Se conocen formas de interacción extrañas entre enjambres de organismos independientes (vg. insectos o pájaros) y entre enjambres de celulas en tejidos que parecen unidos por fenómenos de coherencia cuántica.
La neurología cuántica en general o, en concreto, la hipótesis de Hameroff-Penrose sobre la naturaleza biofísica de la conciencia, son hipótesis que abren vías nuevas de investigación que quizá podrían también ayudar en la explicación de la hipótesis telepática. En el horizonte aparece un vasto campo de investigación abierto que probablemente pudiera conducir a nuevas formas de entender el mundo físico que ayudaran en la explicación del psiquismo y en la explicación de la experiencia religiosa.
http://www.tendencias21.net/La-telepatia-posible-fenomeno-de-coherencia-cuantica_a1057.html
El modelo de Hameroff y Penrose antes citado tiene su antecedente en el “orden implicado” de Bohm:
David Bohm, uno de los pioneros en el estudio de la mecánica cuántica, se refería a ese mundo de información como “orden implicado”: una totalidad primaria, indivisible y atemporal que unifica, ordena y manifiesta el orden explicado.
El orden explicado es el conjunto de fenómenos físicos, psíquicos y biológicos que se dan en la realidad sensible. El mundo físico posee una estructura dinámica que produce la enorme diversidad de seres y fenómenos que es constatada por los sentidos. Es un sistema plural en continuo cambio que, según la teoría de Bohm, carece de una razón suficiente de ser.
Las relaciones causa-efecto no bastan para otorgarle una explicación en sí mismo, sino que debe existir una realidad más allá de las leyes mecanicistas. El orden implicado se entiende como un fondo de energía en incesante actividad, que subyace y a la vez impregna la realidad física, y que incluye una dimensión psíquica de la materia. Se trata de un todo material y consciente que contiene la información necesaria para “desenvolver”, usando el término de Bohm, el orden explicado.
http://www.erraticario.com/ciencia/la-premonicion-se-convierte-en-hecho-cientifico/2/
Ya desde hace años se ha planteado en física la hipótesis telepática, habiendo sido objeto de investigación y de especulación teórica. Si la telepatía entre seres humanos fuera real (si no transmisión precisa del pensamiento, sí al menos algún tipo de efectos psíquicos entre emisor y receptor), su explicación difícilmente cabría en el reduccionismo. Nos obligaría a buscar sus fundamentos de una física de campos y en algún tipo desconocido de acción a distancia. Por ello, los fenómenos telepáticos deberían unirse al paquete de hechos extraños conectados hoy quizá con los fenómenos de coherencia cuántica y acción a distancia, tanto en el mundo físico como biofísico.
Comenzaremos por un intento de reducir a esquema el fenómeno de transmisión del pensamiento sin mediación sensorial, llamado a veces telepatía. En una primera aproximación nos abstendremos de formular ninguna afirmación sobre la realidad de dicho fenómeno. En otros términos, no nos pronunciaremos acerca de la cuestión, nada baladí, consistente en reconocer si hay o no hay casos probados de comunicación telepática o parasensorial. Por el momento nos limitamos a describir algunas características que tal presunta intercomunicación presentaría.
La estimulación cerebral
En la medida en que hoy se conocen los procesos cerebrales no es posible que se desencadene ningún proceso cerebral sin que haya un estímulo sensorial que lo desencadene. Quienes interpretan el pensamiento como un proceso bioquímico defienden que el pensamiento o la acción mental (reducida a proceso bioquímico) sólo puede ponerse en marcha merced a un estímulo físico o químico (luminoso, calorífico, táctil, sonoro …) aplicado a los sentidos del sujeto. Quienes defienden el reduccionismo de las operaciones mentales a operaciones físico-químicas se encuentran poco inclinados a admitir factores extramateriales o extrabioquímicos en el momento de interpretar el psiquismo humano.
La “hipótesis telepática” admitiría que al menos en determinados casos, en circunstancias especiales, aún poco determinadas, cabe la posibilidad de que una “mente” (actuando como “receptora”) sea estimulada, sin estímulos sensoriales interpuestos, por la actuación de otra “mente” (“emisora”) que, repetimos, actúa supuestamente de modo directo sin la mediación de la voz, el tacto u otro medio de excitación sensorial.
Consecuencias de la hipótesis telepática
Dada por válida la hipótesis telepática, es decir admitiendo que al menos en algunos supuestos se verifica una interacción directa entre mentes sin mediación sensorial y bioquímica, habría que admitir importantes consecuencias del hecho.
Una sería que la mente, al menos en algunos supuestos, admite estimulaciones o mensajes que no tienen un soporte bioquímico. Ello restaría fuerza a las interpretaciones que reducen el fenómeno mental a procesos bioquímicos. Entendemos con ello que todas las investigaciones encaminadas a establecer con rigor la esencia y las especificaciones del hipotético fenómeno telepático servirían al mismo tiempo para adquirir conocimientos más profundos sobre la naturaleza y propiedades de la “psique” humana cuya interpretación como simple fenómeno bioquímico quedaría cuestionada.
Una nueva modalidad de interacción a distancia
Otra significativa consecuencia de la detección (en su caso) de interacciones telepáticas, realizada con metodología rigurosa, sería la identificación de una nueva modalidad de interacción a distancia. Es sabido que en el actual estado del saber científico las únicas modalidades de interacción entre objetos situados en distintas localizaciones espaciales (llamadas a veces fuerzas a distancia) son la interacción o fuerza gravitatoria (ejercida entre masas) y la interacción electromagnética (ejercida entre cargas eléctricas, bien estáticas, bien en movimiento).
Si se detectase sin dejar lugar a dudas la existencia de fenómenos telepáticos y, si gracias a precauciones experimentales apropiadas, pudiese descartarse que tal interacción telepática se realizase como consecuencia de interacciones gravitatorias o electromagnéticas, se habría encontrado una nueva modalidad de interacción a distancia, no gravitatoria ni electromagnética, sino realizada mediante una modalidad de interacción a distancia desconocida hasta el presente. Este hecho sería una puerta abierta a nuevos horizontes de la física; es decir, del conocimiento de la naturaleza.
El hallazgo de lo “extra-espacial” o “extra-corpóreo”
Como hipótesis de trabajo cabría añadir que si, como sugieren algunas observaciones, la “eficacia” de la interacción telepática mutua no se atenuase al incrementarse la distancia entre emisor y receptor, habría que deducir que no existe distancia entre los sujetos mentales y que todos ellos existen en un mismo “recinto mental” carente de dimensiones espaciales.
En otras palabras, se habría establecido un carácter extra-corpóreo o extra-espacial para la faceta mental de la persona que contradeciría el discurso reduccionista hoy tal vez predominante en los antropólogos. Empleando una terminología con muchos siglos de antigüedad estaríamos en presencia de “lo espiritual”, es decir, de lo no ligado a condicionamientos espaciales o corpóreos.
Las tesis que reducen la función mental a funciones bioquímicas tendrían más dificultad en interpretar la telepatía, ya que habrían de admitir que esa nueva forma de interacción (no gravitatoria ni electromagnética) tuviese a la simple materia cerebral como agentes emisor y receptor respectivamente. Pero parece difícil admitir que exista tal fuerza y que nunca se haya puesto de manifiesto su existencia en el curso de los prolijos y casi infinitos trabajos de observación y experimentación de la naturaleza llevados a cabo en los últimos siglos.
La inserción de lo mental en lo bioquímico
La confirmación de la “hipótesis telepática” situaría, pues, ante un dilema: o bien la interacción telepática se realiza entre los contenidos materiales del emisor y receptor, en virtud de una nueva fuerza hasta ahora desconocida (lo que parece difícil de aceptar), o bien es un fenómeno debido a que hay en el emisor y el receptor unos respectivos “factores mentales” extradimensionales, que se encuentran en comunicación directa por no serles aplicables ni los condicionamientos de localización espacial, ni de distancia o separación entre ellos.
Se debe reconocer en todo caso que la aceptación de la segunda alternativa del dilema suscita un problema, ya planteado desde tiempos remotos. Si se admite el “factor mental” extraespacial y extracorpóreo, no reducible a la bioquímica, habría ulteriormente que explicar en qué forma dicho factor no bioquímico interactúa con los procesos bioquímicos corpóreos, implicados en la cadena de procesos que intervienen en la fenomenología completa del supuesto fenómeno telepático.
Dada la transcendencia científica y humana de la cuestión, han de saludarse con aprecio y aplauso los esfuerzos rigurosos realizados en orden a alcanzar un conocimiento riguroso de la hipótesis telepática.
Una hipótesis a investigar
En todo caso parece que la hipótesis telepática deberá ser hoy investigada en conexión con la investigación de otros fenómenos similares conocidos hoy en la física, en la biología y en la neurología. Los fenómenos telepáticos deberían unirse así al paquete de hechos extraños conectados hoy quizá con los fenómenos de coherencia cuántica y acción a distancia, tanto en el mundo físico como biofísico.
Se conocen formas de interacción extrañas entre enjambres de organismos independientes (vg. insectos o pájaros) y entre enjambres de celulas en tejidos que parecen unidos por fenómenos de coherencia cuántica.
La neurología cuántica en general o, en concreto, la hipótesis de Hameroff-Penrose sobre la naturaleza biofísica de la conciencia, son hipótesis que abren vías nuevas de investigación que quizá podrían también ayudar en la explicación de la hipótesis telepática. En el horizonte aparece un vasto campo de investigación abierto que probablemente pudiera conducir a nuevas formas de entender el mundo físico que ayudaran en la explicación del psiquismo y en la explicación de la experiencia religiosa.
http://www.tendencias21.net/La-telepatia-posible-fenomeno-de-coherencia-cuantica_a1057.html
El modelo de Hameroff y Penrose antes citado tiene su antecedente en el “orden implicado” de Bohm:
David Bohm, uno de los pioneros en el estudio de la mecánica cuántica, se refería a ese mundo de información como “orden implicado”: una totalidad primaria, indivisible y atemporal que unifica, ordena y manifiesta el orden explicado.
El orden explicado es el conjunto de fenómenos físicos, psíquicos y biológicos que se dan en la realidad sensible. El mundo físico posee una estructura dinámica que produce la enorme diversidad de seres y fenómenos que es constatada por los sentidos. Es un sistema plural en continuo cambio que, según la teoría de Bohm, carece de una razón suficiente de ser.
Las relaciones causa-efecto no bastan para otorgarle una explicación en sí mismo, sino que debe existir una realidad más allá de las leyes mecanicistas. El orden implicado se entiende como un fondo de energía en incesante actividad, que subyace y a la vez impregna la realidad física, y que incluye una dimensión psíquica de la materia. Se trata de un todo material y consciente que contiene la información necesaria para “desenvolver”, usando el término de Bohm, el orden explicado.
http://www.erraticario.com/ciencia/la-premonicion-se-convierte-en-hecho-cientifico/2/
Investigadores sugieren que las premoniciones podrían ser reales
Según un estudio, los seres humanos en completo control de su cuerpo pueden adelantarse entre 2 a 10 segundos con respecto a un evento sin tener ninguna pista de lo que va a suceder.
Sentir que debe dejar de hacer algo en el momento exacto en que alguien lo va a descubrir, salir de un lugar antes de que pase algo malo o llamar a alguien en un momento determinado cuando necesita ayuda. Muchas personas creen que estas acciones no son solamente una casualidad sino que premoniciones, es decir una pequeña percepción con anticipación a un evento y sin tener conocimiento de éste.
Los investigadores de la Universidad de Northwestern señalan que estos fenómenos podrían ser posibles y que tienen evidencia para probarlo. Los científicos analizaron los resultados de 26 estudios sicológicos enfocados en esta área publicados entre los años 1978 y 2010.
Las pruebas revelaban cambios significativos en las ondas cardiacas y cerebrales como también otras alteraciones en algunos sujetos hasta 10 segundos antes de que una experiencia al azar los estimulara. Esto significa, según los científicos, que las personas pueden anticipar cuando están a punto de vivir algo que les provocará una respuesta sensorial.
La científica líder de este estudio Julia Mossbridge, publicado en Frontiers in Perception Science , señala que aún no queda del todo claro si los humanos tienen la habilidad de predecir eventos importantes sin ningún tipo de adelanto de lo que pueda suceder. Sin embargo, agregó que su análisis había entregado interesantes resultados ya que al menos 26 de los estudios que había examinado tenían otros objetivos más allá de descubrir la existencia del presentimiento.
Por ejemplo, los investigadores presentan el caso de una persona que mientras juega en el trabajo siente que su jefe podría pasar en cualquier momento y decide apagar esta aplicación segundos antes de que efectivamente pase su superior.
En este caso, Mossbridge especifica que no tiene total confianza de que esto signifique que la gente pueda preveer que va a pasar. Según la experta, este fenómeno sería más bien un caso de "actividad anómala anticipatoria".
"Nuestro análisis sugiere que si una persona está completamente conectada con su cuerpo podría ser capaz de detectar futuros cambios externos entre los próximo 2 a 10 segundos y cerrar un videojuego", señala Mossbridge.
"Es posible que incluso la persona pueda abrir aquel documento en el que supone que debería estar trabajando. Y si tiene suerte, podría hacer todo esto antes de que su jefe entre en la oficina", agrega.
La científica señala además que este tipo de estudio es difícil de explicar ya que no se puede argumentar con los conocimientos actuales sobre la biología.
Otros vínculos entre lo vivo y lo cuántico
En los últimos 30 años ha ido madurando en biología un cuerpo de teorías y de investigaciones empíricas hacia el conocimiento de los fundamentos cuánticos de la materia viviente.
Dentro de este campo, se ha llegado a sugerir que la naturaleza de la física de partículas podría explicar fenómenos como la telepatía o ciertos mecanismos de la conciencia humana.
Asimismo, en 2010, un equipo de físicos del Institut für Theoretische Physik, de la Universidad de Innsbruck, en Austria, consiguió establecer una relación entre la orientación animal y la física cuántica, en concreto, entre la orientación y el llamado “entrelazamiento cuántico”.
Esta relación explicaría que las vacas y otras muchas especies animales puedan orientarse en el espacio siguiendo los campos magnéticos terrestres, es decir, tengan una extraña capacidad conocida como “magnetorrecepción”.
En los últimos años, otros investigadores han establecido asimismo relaciones entre la física cuántica y la orientación de los pájaros, de las tortugas e, incluso, de las moscas de la fruta. Además, hay quien ha señalado que la cuántica podría explicar la fotosíntesis.
En definitiva, numerosos biólogos con conocimientos en física cuántica se preguntan actualmente si el desarrollo de los organismos vivos, desde que existen hace 4.500 millones de años, no se ha beneficiado de una u otra forma de la interacción entre el mundo cuántico, llamado microscópico, y el mundo macroscópico.
http://www.nacion.com/2012-10-27/AldeaGlobal/investigadores-sugieren-que-las-premoniciones-podrian-ser-reales.aspx
http://www.tendencias21.net/El-cuerpo-es-capaz-de-percibir-eventos-futuros-sin-pistas-previas_a13847.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+tendencias21%2FfPZM+%28Tendencias+21%29
Sentir que debe dejar de hacer algo en el momento exacto en que alguien lo va a descubrir, salir de un lugar antes de que pase algo malo o llamar a alguien en un momento determinado cuando necesita ayuda. Muchas personas creen que estas acciones no son solamente una casualidad sino que premoniciones, es decir una pequeña percepción con anticipación a un evento y sin tener conocimiento de éste.
Los investigadores de la Universidad de Northwestern señalan que estos fenómenos podrían ser posibles y que tienen evidencia para probarlo. Los científicos analizaron los resultados de 26 estudios sicológicos enfocados en esta área publicados entre los años 1978 y 2010.
Las pruebas revelaban cambios significativos en las ondas cardiacas y cerebrales como también otras alteraciones en algunos sujetos hasta 10 segundos antes de que una experiencia al azar los estimulara. Esto significa, según los científicos, que las personas pueden anticipar cuando están a punto de vivir algo que les provocará una respuesta sensorial.
La científica líder de este estudio Julia Mossbridge, publicado en Frontiers in Perception Science , señala que aún no queda del todo claro si los humanos tienen la habilidad de predecir eventos importantes sin ningún tipo de adelanto de lo que pueda suceder. Sin embargo, agregó que su análisis había entregado interesantes resultados ya que al menos 26 de los estudios que había examinado tenían otros objetivos más allá de descubrir la existencia del presentimiento.
Por ejemplo, los investigadores presentan el caso de una persona que mientras juega en el trabajo siente que su jefe podría pasar en cualquier momento y decide apagar esta aplicación segundos antes de que efectivamente pase su superior.
En este caso, Mossbridge especifica que no tiene total confianza de que esto signifique que la gente pueda preveer que va a pasar. Según la experta, este fenómeno sería más bien un caso de "actividad anómala anticipatoria".
"Nuestro análisis sugiere que si una persona está completamente conectada con su cuerpo podría ser capaz de detectar futuros cambios externos entre los próximo 2 a 10 segundos y cerrar un videojuego", señala Mossbridge.
"Es posible que incluso la persona pueda abrir aquel documento en el que supone que debería estar trabajando. Y si tiene suerte, podría hacer todo esto antes de que su jefe entre en la oficina", agrega.
La científica señala además que este tipo de estudio es difícil de explicar ya que no se puede argumentar con los conocimientos actuales sobre la biología.
Otros vínculos entre lo vivo y lo cuántico
En los últimos 30 años ha ido madurando en biología un cuerpo de teorías y de investigaciones empíricas hacia el conocimiento de los fundamentos cuánticos de la materia viviente.
Dentro de este campo, se ha llegado a sugerir que la naturaleza de la física de partículas podría explicar fenómenos como la telepatía o ciertos mecanismos de la conciencia humana.
Asimismo, en 2010, un equipo de físicos del Institut für Theoretische Physik, de la Universidad de Innsbruck, en Austria, consiguió establecer una relación entre la orientación animal y la física cuántica, en concreto, entre la orientación y el llamado “entrelazamiento cuántico”.
Esta relación explicaría que las vacas y otras muchas especies animales puedan orientarse en el espacio siguiendo los campos magnéticos terrestres, es decir, tengan una extraña capacidad conocida como “magnetorrecepción”.
En los últimos años, otros investigadores han establecido asimismo relaciones entre la física cuántica y la orientación de los pájaros, de las tortugas e, incluso, de las moscas de la fruta. Además, hay quien ha señalado que la cuántica podría explicar la fotosíntesis.
En definitiva, numerosos biólogos con conocimientos en física cuántica se preguntan actualmente si el desarrollo de los organismos vivos, desde que existen hace 4.500 millones de años, no se ha beneficiado de una u otra forma de la interacción entre el mundo cuántico, llamado microscópico, y el mundo macroscópico.
http://www.nacion.com/2012-10-27/AldeaGlobal/investigadores-sugieren-que-las-premoniciones-podrian-ser-reales.aspx
http://www.tendencias21.net/El-cuerpo-es-capaz-de-percibir-eventos-futuros-sin-pistas-previas_a13847.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+tendencias21%2FfPZM+%28Tendencias+21%29
Suscribirse a:
Entradas (Atom)