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lunes, 1 de agosto de 2011
Francis Collins. De ateo a creyente y el Genoma Humano
Francis Collins fue ateo hasta los 27 años, cuando siendo un joven médico le llamó la atención la fuerza de varios de sus pacientes más delicados de salud, que en vez de quejarse a Dios, parecían apoyarse en su fe como una fuente de fuerza y consuelo.
Luego leyó “Mere Christianity” (Mero Cristianismo) del protestante C. S. Lewis. La obra de este profundo creyente -autor de "Las Crónicas de Narnia"- lo impulsó hacia el cristianismo.
El científico considera que los milagros son una “posibilidad real” y descartó que la ciencia sirva para refutar la existencia de Dios debido a que está confinada al mundo “natural”.
Francis Collins confiesa en su libro “El lenguaje de Dios”, que el descubrimiento del genoma humano le permitió vislumbrar el trabajo de Dios. Reivindica que, según él, hay bases racionales para un Creador y que los descubrimientos científicos llevan al hombre más cerca de Dios.
Collins explica que cuando da un gran paso adelante en el avance científico es un momento de alegría intelectual; pero es también un momento donde siente cercanía con el Creador en el sentido de estar percibiendo algo que ningún humano sabía antes, pero que Dios sí conocía desde siempre.
Es fundador de la BioLogos Foundation, de la que forman parte un equipo de científicos que creen en Dios y se han comprometido a promover una perspectiva de los orígenes de la vida que es a la vez teológica y científicamente sólida. La Fundación promueve la búsqueda de la verdad en los reinos natural y espiritual y buscan la armonía entre estas diferentes perspectivas.
"Creo que los científicos creyentes somos los más afortunados. Tenemos la oportunidad de explorar el mundo natural durante un momento en la historia en que los misterios se están revelando casi a diario. Podemos percibir el esclarecimiento de esos misterios desde una perspectiva que descubre la grandeza de Dios. Esa es una forma de adoración maravillosa. Acepto la posibilidad de que la ciencia no esté preparada para resolver algunas preguntas del mundo natural, los por qué, en lugar de los cómo. Pero yo hallo esas respuestas en el mundo espiritual. Eso no compromete mi capacidad de pensar con el rigor de un científico".
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