lunes, 14 de noviembre de 2011

Sandra Bullock aterrada en la grabación de su último filme

Sandra Bullock se encuentra rodando su más reciente película en Londres pero conviviendo con algo que le quita el sueño: fantasmas. Durante el rodaje de “Graviti”, una película de ciencia ficción pop que Bullock estelariza al lado de George Clooney, la actriz ganadora del Oscar ha sido hospedada en lo que fuera un antiguo convento aparentemente rebosante de actividad paranormal. Bullock incluso solicitó ya al staff una investigación del lugar porque, según ella, hayr azones suficientes para pensar que el lugar está embrujado.
 La ganadora del Oscar dijo que no puede dormir por presencias fantasmales dentro de la residencia en el norte de la ciudad donde se está quedando. Ella está convencida de que algo no está bien allí.
Bonnie Vent, una medium que vive en San Diego, declaró a AOL Weird News que no le sorprende lo que le está sucediendo a Bullock. “Londres tiene una larga y rica historia de asesinatos y crímenes. Las propiedades tienes cientos de años de antigüedad, una gran cantidad de experiencias emocionales impresas, así como cuerpos enterrados en sus pisos y paredes”.   Y agregó, en defensa de la Bullock: “Las celebridades tienen una mente más abierta y un estilo de vida más relajado. Ya se encuentran viviendo fuera de la caja. Además viajan mucho y quedarte en múltiples lugares te permite reconocer cuando un cuarto tiene una energía especial”.

Comisario argentino se queja por tener que luchar contra fantasmas

En la ciudad riojana de Chilecito, un comisario denunció la presencia de fenómenos paranormales como la activación de computadoras o el desplazamiento de muebles en la Unidad Regional donde trabaja. 
Es así que los policías sostiene que están “conviviendo con fantasmas”. 
“Tengo mil cosas por hacer y encima luchar contra los fantasmas”, manifestó el comisario Ignacio Arguelles, jefe de la regional de Chilecito. 
En la Unidad Regional funciona la división de Accidentes Viales. Ella se encuentra a 200 kilómetros al oeste de la capital provincial y hace meses se registran hechos que no encuentran explicación. 
Los suboficiales de policía que suelen montar guardia durante la madrugada o por las tardes, no dejan de relatar sorprendidos los sucesos que allí ocurren. Cuadernos que se hojean solos,teclados de computadoras que se autotipean e incluso hay máquinas que se encienden sin que nadie las haya tocado. 
Tampoco faltan en sus historias, automóviles que activan luces de manera espontanea o vehículos y muebles que cambian de ubicación. Y confirman que se escuchan pasos pese a que nadie se esté movilizando en el interior de la delegación. 
Ante los fenómenos, un sacerdote católico bendijo las instalaciones, pero todo continúa y los sucesos aún no tienen explicación. 
“Estamos conviviendo con fantasmas”, alertó el comisario Arguelles quién reconoció también que la situación lleva bastante tiempo, pero ahora se incrementó la frecuencia de los episodios inexplicables. 
El comisario se refirió de si mismo como “no creyente de lo paranormal, soy más bien objetivo” y advirtió que al aumento de los fenómenos extraños “veremos cómo lo superamos, no nos pueden correr los fantasmas”.

Córdoba: ven fantasmas en una oficina pública y harán una misa

Los fantasmas prefieren los edificios públicos. Al igual que ocurrió en la Municipalidad de Rosario ( Argentina) cuando en junio pasado un empleado aseguró ver el espectro de una mujer en el baño, los trabajadores del Registro Civil de Córdoba sostienen que una señora vestida de blanco deambula por el edificio. 
Según publicó el sitio Cadena3.com, este lunes al mediodía un cura dará una misa en la sede central del Registro Civil de la ciudad de Córdoba porque los empleados aseguran ver el fantasma. 
Los empleados cuentan que una mujer vestida de blanco (aunque no con vestido de novia) apareció en el depósito y en la planta baja del lugar donde se realizan las partidas de nacimientos. 
La misa será brindada por un párroco que no es católico y, según aseguran, no afectará la atención al público.

Discovery Channel investiga un fantasma que recorre los pasillos de El Salvador




Discovery Channel investiga la historia de un fantasma que ronda desde hace tiempo el cementerio El Salvador. Sí, por extraño que suene, un equipo del reconocido canal de televisión contactó a una parapsicóloga rosarina para que colabore en un programa que buceará en la historia de un espíritu que hace tiempo camina los pasillos del mausoleo de Lagos y avenida Perón. Parece que es figurita conocida en ese lugar.

"Les interesa un fantasma en especial, que yo venía investigando hace un tiempo. Es una mujer que se aparece constantemente" que fue fotografiada "en varias oportunidades con diferentes cámaras", advirtió la licenciada en parapsicología Irene Fournier, en diálogo con Alberto Lotuf (Radio 2).
Hace un mes y medio que la contactaron de Discovery Channel: ya arranca la etapa de entrevistas y pronto pasarán a la del registro de imágenes con cámaras especiales. La actitud de la fantasma "es fea, medio agresiva". Por eso, "la idea es investigar quién puede llegar a ser", para lo cual "habría que ver registros" del cementerio.


¿Quiénes son los fantasmas? Según Fournier, "gente que por determinados motivos, como suicidios, asesinatos o muertes trágicas, han quedasdo en nuestro plano" y necesitan "contactarse con alguien sensible para contar lo que pasó y resolverlo, después enviarlos a la luz".


La parapsicóloga aclaró que "hay muchas categorías de fantasmas" y que "no tienen la magnitud de lo que es el cine de terror". A veces, explicó, son "seres queridos fallecidos que suelen aparecer para traer señales de que se está en peligro". Otras veces, "sombras oscuras sin rostro", "encapuchados de ojos rojos" o "custodios del cementerio", por mencionar algunas otros tipos de espíritus. 


http://www.rosario3.com/noticias/enserio/noticias.aspx?idNot=100240&Discovery-Channel-investiga-un-fantasma-que-recorre-los-pasillos-de-El-Salvador

domingo, 13 de noviembre de 2011

Frases célebres de creyentes, Werner Arber

A pesar de ser biólogo, debo confesar que no entiendo cómo surgió la vida .... ...
Considero que la vida sólo comienza en el nivel de una célula funcional. Las células más primitivas pueden requerir por lo menos varios cientos de diferentes especificas  macromoléculas biológicas. Cómo tales estructuras ya bastante compleja puede haber llegado juntas, sigue siendo un misterio para mí. La posibilidad de la existencia de un Creador, representa para mí una solución 

satisfactoria a este problema.
Werner Arber  es un microbiólogo suizo. Premio Nobel de Fisiología o Medicina.

Dios y la Ciencia



“El sentido de la vida y de la muerte es una cuestión con la que se enfrenta el hombre desde el origen: es el único ser que piensa en la muerte, que piensa su muerte. Y para iluminar su camino en las tinieblas no tiene más que dos faros: la religión y la ciencia .”

“Para la mayor parte de los espíritus ilustrados la ciencia y la religión se oponen mutuamente. La ciencia refuta a la religión en cada uno de sus descubrimientos; la religión por su parte, prohibe a la ciencia ocuparse de la Causa Primera o interpretar la palabra bíblica.”

En el libro “Dios y la Ciencia”, de dónde se han extraído los dos párrafos anteriores, Jean Guitton reflexiona junto a los conocidos doctores en física Grichka e Igor Bogdanov sobre el viejo conflicto entre el creyente y el sabio, mostrándonos que los avances científicos revelan que nuestro universo se vuelve cada vez menos material: ya no es comparable a una inmensa máquina, sino más bien a un vasto pensamiento. Se trata de un libro apasionante cuyo riquísimo contenido trato de resumir a continuación.

El Comienzo

La física moderna nos dice que el universo nació de una gigantesca explosión que provocó la expansión de la materia. Todavía hoy podemos observarla en las galaxias que continúan alejándose unas de otras por el empuje de esa explosión originaria.

Basta medir la velocidad con que estas galaxias se separan para inducir que hace quince mil millones de años se encontraban concentradas en una partícula de un tamaño miles de veces inferior a una cabeza de alfiler. El universo entero, con todo lo que contendrá más tarde: las galaxias, los planetas, la Tierra, sus árboles, sus flores, estaba contenido en lo que los astrofísicos poéticamente han llamado “partícula X”.

Los físicos no tienen la menor idea acerca de lo que podría explicar la aparición del universo. Pueden remontarse hasta una millonésima de segundo después de la creación (10-43 segundos). pero no más allá. Tropiezan entonces con el famoso Muro de Planck, llamado así porque el célebre físico alemán fue el primero en señalar que la ciencia es incapaz de explicar el comportamiento de los átomos cuando la fuerza de la gravedad llega a ser extrema. Es el límite último de nuestros conocimientos. Detrás de este muro, se esconde una realidad inimaginable. Un físico, nos cuenta Igor Bogdanov, afirmaba que en la juventud sus trabajos le habían permitido echar un vistazo furtivo al otro lado del muro. Murmuraba que había advertido una realidad vertiginosa. El sabio anciano hablaba de ello como de una especie de alucinación metafísica que le había conmocionado para siempre.

El Misterio de lo Viviente

Hace cuatro mil millones de años, lo que llamamos vida no existía todavía. Sobre la tierra barrida por los vientos eternos, las nacientes moléculas eran agitadas sin tregua por el rayo, el calor, las radiaciones y los ciclones.

Las moléculas, que incluyen en su estructura cadenas de átomos en alternancia -especialmente el carbono, el nitrógeno y el oxígeno- al unirse, comenzaron a formar aminoácidos arrastrando la materia hacia lo alto, hasta engendrar sistemas bioquímicos estables, protegidos del exterior por membranas celulares.

Cuál es exactamente la diferencia entre lo inerte y lo viviente? A nivel molecular, es decir, en la escala de las partículas elementales, ambos son rigurosamente idénticos. Un escalón por encima, en el nivel atómico, se manifiestan algunas diferencias, pero son todavía reducidas.

El salto decisivo se da en el nivel de las macromoléculas. En ese estadio, lo viviente parece infinitamente más estructurado, más ordenado que lo inerte. La única diferencia de fondo entre lo inerte y lo viviente es que uno es simplemente más rico en información que el otro.

Según los nuevos enfoques, la vida es una propiedad que emerge de la materia, un fenómeno que obedece a una especie de necesidad inscrita en el corazón mismo de lo inanimado.

El segundo principio de la termodinámica establece que en el curso del tiempo los sistemas cerrados pasen inevitablemente del orden al desorden: la entropía. Sin embargo la vida no es sino la historia de un orden cada vez más elevado y general.

La evolución de la materia hacia la vida y la consciencia es buena muestra de un orden. Pero, porqué la naturaleza produce orden? “Si en un principio algunas de las grandes constantes universales -por ejemplo, la constante de gravitación, la velocidad de la luz o la constante de Plank- hubiera sido sometida a una ínfima alteración, el universo no habría tenido posibilidad de albergar seres vivos e inteligentes” subraya el astrofísico Hubert Reeves.

Para el astrofísico inglés Brandon Carter “las cosas son lo que son simplemente porque no habrían podido ser de otra manera”. No hay sitio para un universo diferente del que nos ha engendrado. El universo sabía que el hombre llegaría en su momento.

Este ajuste, de una precisión vertiginosa, está hecho de puro “azar” o proviene de la voluntad de una causa primera, de una inteligencia organizadora que trasciende nuestra realidad?

En Busca de la Materia

Una gota de agua está compuesta de moléculas, formadas por átomos más pequeños y cada uno de estos átomos está compuesto de un núcleo todavía más pequeño y de electrones que “gravitan” a su alrededor. En el corazón del núcleo encontramos nuevas partículas, las más importantes de las cuales son los protones y los neutrones.

Hace pocos años se descubrieron unas partículas más pequeñas, los quarks, que alcanzan el inimaginable “tamaño de10-18 metros. Estas partículas representan una especie de “muro dimensional”. No existe ninguna magnitud física más pequeña que esa.

Reina un inmenso vacío entre las partículas elementales. Si representamos el protón de un núcleo de oxígeno por una cabeza de alfiler y la colocamos encima de una mesa, el electrón describe una circunferencia a su alrededor a cientos de kilómetros de distancia. Si todos los átomos que componen un hombre se juntaran hasta tocarse tendría el tamaño de una ínfima mota de polvo de apenas unas milésimas de milímetro.

Según algunos físicos, todo el universo está constituído sobre tres partículas: el electrón y los dos tipos de quarks, que parecen garantizar toda la prodigiosa variedad de fuerzas, de fenómenos y de formas que se encuentran en la naturaleza.

De qué pasta están hechas tales partículas? Cuál es la “sustancia” de un fotón o de un electrón? Una descripción completa de la materia implica una fusión de las teorías de la relatividad y la mecánica cuántica en un conjunto nuevo. En esta perspectiva, una partícula no existe por sí misma sino únicamente a través de los efectos que origina. Este conjunto de efectos se llama “campo” (campo electromagnético, campo gravitatorio, campo protónico, campo electrónico); la realidad esencial es un conjunto de campos que interaccionan entre ellos, vibraciones potenciales, a las cuales están asociadas diferentes partículas elementales, que son las manifestaciones “materiales del campo”. Estas partículas virtuales, engendradas en los campos cuánticos son algo más que abstracciones; por muy fantasmales que sean, sus efectos existen en el mundo ordinario y son, por consiguiente, mensurables.

Nuestro conocimiento de la realidad está basado en una dimensión no material, cuya substancia es una nube de cifras. El universo no es otra cosa que una inmensa red de información que esconde un secreto de abstracta elegancia: un orden hipermatemático, relacionante y espiritual que hace que el universo sea orden y no caos. En este sentido, el acierto de la teoría cuántica es estar edificada al margen y, la mayoría de las veces, en contra de la razón ordinaria.

El Espíritu en la Materia

Cuando alguien exponía a Niels Bohr una idea susceptible de resolver algunos de los enigmas de la teoría cuántica, le respondía, divertido: “Su teoría es absurda, aunque no lo suficiente como para ser verdadera”. Expondremos un fenómeno que es imposible de explicar de una manera clásica y que alberga el corazón de la mecánica cuántica. Si queremos hacernos una idea de él debemos abandonar nuestra últimas referencias al mundo cotidiano.

Veamos el famoso experimento que Thomas Young realizó por primera vez en 1801. Imaginemos un dispositivo: una superficie plana, horadada por dos rendijas: una fuente luminosa, situada delante; y una pantalla, colocada detrás.

Qué sucede cuando los “granos de luz” que son los fotones atraviesan las dos rendijas y encuentran la pantalla que hay detrás? Se observa en la pantalla una serie de rayas verticales, alternativamente oscuras y claras, cuyo trazado general evoca inmediatamente el fenómeno de las interferencias.

Young concluyó que la luz es un fluído, que se propaga por ondas. Esa no es la conclusión de Einstein. Para él, la luz está hecha de pequeños granos, los fotones. Cómo pueden miríadas de granos turbulentos, configurar las coherentes y precisas formas de las bandas alternativamente claras y oscuras?

Cerremos una de las dos rendijas, la izquierda por ejemplo, Los fotones pasarán por la única rendija existente, la derecha. Reduzcamos la intensidad de la fuente luminosa hasta que emita los fotones de uno en uno y disparemos un fotón. Un instante más tarde, el fotón pasa por la única rendija abierta y alcanza la pantalla. Como conocemos su origen, su velocidad y su dirección, podríamos, con ayuda de las leyes de Newton, predecir exactamente el punto de impacto de nuestro fotón en la pantalla.

Introduzcamos ahora en el experimento un nuevo elemento: vamos a abrir la rendija de la izquierda. Seguimos después la trayectoria de un nuevo fotón en dirección a la misma rendija, la de la derecha. Recordemos que nuestro segundo fotón parte del mismo lugar que el primero, se desplaza a la misma velocidad y en la misma dirección.

En buena lógica, el fotón número dos debería golpear la pantalla exactamente en el mismo sitio que el fotón número uno. Pues bien, el fotón número dos golpea la pantalla en un sitio completamente distinto del primero. Todo sucede como si el comportamiento del fotón número dos hubiera sido modificado por la apertura de la rendija de la izquierda.

El primer misterio es éste: cómo ha “descubierto” el fotón que la rendija izquierda estaba abierta?

Continuemos despachando fotones de uno en uno en dirección a la placa, sin apuntar a ninguna rendija. En contra de lo esperado, la acumulación de impactos de los fotones en la pantalla forma progresivamente la trama de interferencia producida instantáneamente en el curso del experimento inicial de Young.

Cómo “sabe” cada fotón qué parte de la pantalla debe golpear para formar, junto con sus vecinos, una imagen geométrica que representa una sucesión perfectamente ordenada de rayas verticales? Cómo sabe la partícula que hay dos rendijas?

Supongamos que conseguimos identificar la rendija por la que pasa cada uno de los fotones que participan en el experimento. En este caso no se forma ninguna trama de interferencias en la pantalla. Si decidimos verificar experimentalmente que el fotón es una partícula que atraviesa una rendija definida, entonces nuestro fotón se comporta exactamente como una partícula que atraviesa un orificio.

Por el contrario, si no nos empeñamos en seguir la trayectoria de cada fotón durante el experimento, entonces la distribución de las partículas en la pantalla termina por formar una trama de interferencias de onda.

Se comprueba de nuevo que una partícula no existe en forma de objeto puntual, definido en el espacio y en el tiempo, más que cuando es observada directamente. La realidad observada está ligada al punto de vista adoptado por el observador. En realidad una partícula sólo existe en forma de onda de probabilidad, que atraviesa simultáneamente las dos rendijas e interfiere consigo misma en la pantalla.

Cuando intentamos observarla, esta onda de probabilidad se transforma en una partícula precisa; por el contrario, cuando no la observamos, conserva abiertas todas sus opciones.

El mundo se determina en el último momento, en el instante de la observación. Antes nada es real, en sentido estricto. Tan pronto como el fotón abandona la fuente luminosa, deja de existir como tal y se convierte en unaa probabilidad ondulatoria. El fotón original es entonces reemplazado por una serie de “fotones-fantasmas”, una infinidad de dobles que siguen itinerarios diferentes hasta llegar a la pantalla. Basta observar la pantalla para que todos los fantasmas, excepto uno solo, se desvanezcan. El fotón restante se vuelve entonces real.

Frente a la rendija A, el fotón parece saber que la rendija B está abierta o cerrada. En resumen, parece conocer el estado cuántico del universo. Ahora bien qué es lo que permite al fotón elegir un itinerario u otro? qué es lo que devuelve los mundos fantasmales a la nada? Simplemente, la consciencia del observador.

Es quizás en el corazón de la “otredad cuántica” donde nuestros espíritus humanos y el de ese ser transcendente que llamamos Dios son llevados a encontrarse.

A Imagen de Dios

A la luz de la teoría cuántica, muchos misterios encuentran una interpretación nueva: un fundamento universal que enlaza la materia, la vida y la conciencia. Basta con recordar un insólito experimento realizado por el físico León Foucault en 1851 cuando aún no se tenía la prueba experimental de que la Tierra giraba sobre sí misma. Foucault suspendió un peso a la bóveda del Panteón y comprobó que el plano de oscilación de su péndulo no estaba fijo, sino que giraba alrededor de un eje vertical, oscilando en dirección este-oeste y luego en dirección norte-sur. La explicación de Foucault fue que este cambio era una ilusión. Era la tierra lo que realmente giraba, mientras el péndulo permanecía fijo.

Pero fijo en relación con qué? Dónde encontrar un punto de referencia inmóvil? La Tierra gira alrededor del sol, que a su vez… Dónde se detiene este ballet fantástico?

La conclusión del experimento de Foucault es pasmosa: el comportamiento del péndulo está determinado por el universo en conjunto y no solamente por los objetos celestes que están próximos a la Tierra. Todo lo que sucede en nuestro minúsculo planeta está en relación con la inmensidad cósmica, como si cada parte llevase dentro la totalidad del universo.

Si hago una fotografía normal de la torre Eiffel y la rompo en dos, no obtendré sino la mitad de la torre Eiffel. Pues bien, todo cambia con la imagen holográfica que la mayor parte de la gente ha visto. Por extraño que pueda parecer, si uno rompe un trozo de negativo holográfico y lo coloca bajo un proyector láser, no se obtiene una “parte” de la imagen, sino la imagen entera . Incluso si el negativo se rompe una docena de veces, cada parte contendrá la totalidad de la imagen.

Para David Bohm, el holograma representa una sorprendente analogía con el orden global del universo: la imagen de la totalidad divina, tanto en el espacio como en el tiempo.

Hacia el Metarrrealismo

Según el físico Eddington “para un científico razonable la ciencia moderna muestra que la religión se ha vuelto posible en torno al año 1927″. Ese año es uno de los más importantes en la historia del pensamiento contemporáneo. Heisenberg expone su principio de incertidumbre, el canónigo Lemaitre da a conocer su teoría sobre la expansión del universo. Einstein propone su teoría del campo unitario, Teilhard de Chardin publica los primeros elementos de su obra. Y es el año del congreso de Copenhague, que marca la fundación oficial de la Teoría Cuántica.

Nuestras dificultades para comprender el universo proceden de que no sabemos con qué compararlo. Heinz Pagels señala:” Creo que el universo es un mensaje redactado en un código secreto, un código cósmico, y que la tarea del científico consiste en descifrar ese código”.

A través de la vía conceptual abierta por la teoría cuántica, está emergiendo una nueva representación del mundo más acá del espiritualismo, aunque mucho más allá del materialismo, que borra las fronteras entre el espíritu y la materia: el metarrealismo.

Tiene sentido reflexionar sobre el universo, la materia y la religión? Encuentra un eco sorprendente en la filosofía de un pensador que, en el corazón de la Edad Media, tuvo la intuición de lo que anuncia el metarrealismo: Santo Tomás de Aquino. A la vez metafísico, lógico y teólogo, Santo Tomás se propuso conciliar la fe cristiana con la filosofía racional de Aristóteles.

Si Santo Tomás de Aquino ejerce una influencia tan profunda sobre el pensamiento contemporáneo es por ser el primero en intentar instalar la armonía entre lo que se cree y lo que se sabe, entre el acto de fe y el acto de saber; en una palabra: entre Dios y la ciencia.

http://alcione.cl/wp2/?p=140

Cordón de plata

Es un término esotérico que hace referencia a la posibilidad de la existencia de un pequeño hilo de color plateado y brillante, que unirían el cuerpo físico con el cuerpo etéreo. Este cordón plateado es a veces relatado, por las personas que han sufrido una experiencia cercana a la muerte o una experiencia extracorpórea, el cordón es situado habitualmente debajo del esternón o en otros casos en la cabeza, se rompería únicamente con la muerte, cuando el alma quedaría liberada.

La primera referencia se da en la biblia.
 
Antes que se quiebre el cordón de plata..y se torne el polvo a la tierra que antes era, y retorne a Dios el espiritu que El le dio.



El escritor Sylvan Muldoon expone en su libro los fenómenos de la proyección astral, el caso de un cirujano que es capaz de ver dicho cordón, expone lo siguiente:

En cada caso pudo ver por lo menos durante una parte del tiempo el cordón astral que unía estos 3 cuerpos espirituales con su contrapartida física, me pareció que era como un rayo de luz plateada que daba vueltas por la habitación casi del mismo modo en que el anillo de humo del cigarrillo se desliza sin rumbo indiferentemente en la quietud de la atmosfera, cuando la fuerza magnética llevaba al espíritu mas cerca del cuerpo físico el cordón era más evidente como si se hubiera contraído en otros momentos esta fuerza era invisible para mí.

sábado, 12 de noviembre de 2011

El conflicto entre ciencia y religión


En su libro "God and the New Physics Paul Davies" sostenía que la ciencia proporciona en la actualidad un camino más seguro que las religiones tradicionales para llegar a Dios. Claro está que  al que llegaba poco tenía en común con el Dios personal creador del cristianismo; se trataba más bien de una idea que presentaba coincidencias con el panteísmo. Davies aludía al panteísmo como si fuera una idea generalizada entre los científicos; sería . Y sugería que, si el universo fuese el resultado de unas leyes necesarias, podríamos prescindir de la idea de un Dios creador.

En 1989, Davies editó una obra colectiva en la que se trataban los principales temas de vanguardia de la física en la actualidad. En la Introducción al libro, subrayaba que uno de los logros principales de la física en nuestra época se refiere a los fenómenos de auto-organización, en los cuales muchas partículas cooperan en la formación de nuevas pautas. En sus propias palabras: «Los sistemas complejos dejan de ser meramente complicados cuando despliegan un comportamiento coherente que implica la organización colectiva de un amplio número de grados de libertad. Es uno de los milagros universales de la naturaleza que enormes reuniones de partículas, que sólo están sometidas a las fuerzas ciegas de la naturaleza, sin embargo son capaces de organizarse a sí mismas en configuraciones (patterns) de actividad cooperativa». La referencia a que se realizan en virtud de muestra el asombro de Davies ante la naturaleza tal como nos la da a conocer la ciencia actual.

En 1992 algo más había cambiado, tal como se reflejaba en un artículo publicado en una revista divulgativa. Davies afirmaba que el cristianismo tuvo una influencia positiva en el nacimiento de la ciencia moderna, porque los pioneros de la ciencia eran cristianos y, como tales, pensaban que la naturaleza es racional como obra de Dios y que, por tanto, se puede investigar científicamente. Y añadía que, según el principio antrópico, las condiciones físicas que hacen posible nuestra existenciia se encuentran tan enormemente ajustadas que es difícil pensar que nuestra existencia sea un simple resultado del azar o de fuerzas ciegas.
Sobre todo, Davies publicó en 1992 un nuevo libro titulado "The Mind of God" 
La mente de Dios

Este libro no es un modelo de ortodoxia religiosa. Puede pensarse incluso que, si cae en las manos de alguien que no tenga buenos conocimientos científicos y religiosos, más bien le puede complicar bastante la vida. Pero eso mismo lo hace especialmente significativo. En efecto, muestra cómo un científico actual, que no pertenece a ninguna religión y que hasta hace pocos años encontraba muchas dificultades en la idea de un Dios personal, va avanzando hacia Dios gracias a sus reflexiones sobre la ciencia.

Davies afirma que no pertenece a ninguna religión institucional y que nunca ha tenido una experiencia mística. Pero también afirma que la ciencia no puede responder a los interrogantes últimos, y añade que ese tipo de respuestas sólo pueden provenir de experiencias místicas que trascienden el ámbito de la especulación científica. Además, defiende la existencia de algún plan superior capaz de explicar la vida humana: según Davies, nuestra existencia no puede ser casual ni el simple resultado de fuerzas ciegas.

Todo esto quizá pueda parecer trivial, sobre todo a un creyente, pero no lo es cuando se presenta como el resultado de un extenso análisis llevado a cabo por una persona que, como Davies, no encuentra fácil afirmar la existencia de un Dios personal creador. Davies es un científico que intenta llevar la ciencia hasta sus límites, analizando en concreto las variadísimas respuestas que se proponen en la actualidad acerca de las cuestiones últimas, y tomando parte en un verdadero combate intelectual en el que se discuten detalladamente los argumentos en favor y en contra de las distintas soluciones.
Al igual que en otros libros anteriores, los razonamientos de Davies pueden llevar al psiquiatra a quien no posea una estructura mental sólida, ya que incluyen las interpretaciones más insólitas. Se trata de reflexiones en voz alta en las que Davies manifiesta sus perplejidades, que no son pocas ni pequeñas. Su interés radica precisamente en que muestran que un científico como Davies, nada comprometido con posiciones religiosas convencionales y dispuesto a admitir la parte de verdad que se encuentra en cualquier propuesta por extraña que parezca, afirma ahora con pleno convencimiento que no resulta viable atribuir la existencia humana al simple juego accidental de las fuerzas naturales. Así puede entenderse que se le haya concedido el premio Templeton.

Los límites de la ciencia

Resulta muy significativo que Davies reconozca expresamente que la ciencia no se encuentra en condiciones de proporcionar respuestas a los problemas fundamentales de la existencia humana.
Es significativo porque Davies desearía poder solucionar todos los problemas ciencia en mano.Nos dice: «pero incluso si se descartan los sucesos sobrenaturales, no está claro, a pesar de todo, que la ciencia pueda explicar todo en el universo físico. Permanece el viejo problema acerca del final de la cadena de explicaciones. Por mucho éxito que puedan tener nuestras explicaciones científicas, siempre incluyen algunos supuestos en su punto de partida... Por tanto, las cuestiones 'últimas' siempre permanecerán más allá del alcance de la ciencia empírica»

En esta línea, Davies llega a señalar que más allá de la ciencia se encuentra la metafísica, y que es en ese ámabito donde se plantean los interrogantes acerca de los fundamentos mismos de las ciencias: «La tarea del científico es descubrir las pautas en la naturaleza e intentar ajustarlas a esquemas matemáticos simples. La cuestión de por qué hay pautas, y por qué esos esquemas matemáticos son posibles, cae fuera del alcance de la física, y pertenece al ámbito denominado metafísica»
La racionalidad de la naturaleza

Uno de los aspectos que Davies subraya con mayor acierto es la racionalidad de la naturaleza, indispensable para que la ciencia sea posible y progrese.De acuerdo con una posición genuinamente filosófica, Davies se asombra ante el éxito de la ciencia, al que podemos estar acostumbrados: «El éxito del método científico para descubrir los secretos de la naturaleza es tan sorprendente que puede impedirnos advertir el milagro mayor de todos: que la ciencia funciona. Incluso los científicos normalmente dan por supuesto que vivimos en un cosmos racional y ordenado, sujeto a leyes precisas que pueden ser descubiertas por el razonamiento humano. Sin embargo, por qué esto es así continúa siendo un asombroso misterio»

En efecto, el hecho de que la ciencia funcione, y funcione tan bien, apunta a algo profundamente significativo acerca de la organización del cosmos: «El éxito de la empresa científica frecuentemente puede impedirnos ver el hecho asombroso de que la ciencia funciona. Aunque la mayoría de la gente lo da por supuesto, es a la vez increíblemente afortunado y misterioso que seamos capaces de manejar las obras de la naturaleza usando el método científico»

La filosofía comienza con el asombro. Cuando nos acostumbramos a algo y nos llega a parecer lo más natural del mundo, difícilmente nos plantearemos problemas filosóficos. En este caso, Davies tiene razón: cuando se interpreta el éxito de la ciencia y de sus aplicaciones tecnológicas como un progreso a costa de las explicaciones metafísicas y religiosas, se comete una equivocación, porque el progreso científico más bien invita a plantear las cuestiones más profundas acerca de sus condiciones de posibilidad, y esas condiciones se encuentran más allá del dominio de la ciencia.
«Concedo que no se puede probar que el mundo es racional. Ciertamente es posible que, en su nivel más profundo, sea absurdo... Sin embargo, el éxito de la ciencia es al menos una fuerte evidencia circunstancial en favor de la racionalidad de la naturaleza» .

El plan divino

Se ha repetido una vez y otra que hoy día ya no se puede probar la existencia de Dios basándose en el orden de la naturaleza, porque ese orden puede explicarse mediante las leyes naturales. Incluso en el mundo de los vivientes, donde existe una aparente finalidad innegable, todo podría explicarse mediante las teorías de la evolución, sin apelar a un plan divino.
Davies subraya que, en este amabiente, resulta significativo que un buen número de científicos estén resucitando ahora la prueba de la existencia de Dios basada en el orden: «Los teólogos abandonaron más o menos completamente el argumento del diseño, debido a las severas críticas de Hume, Darwin y otros. Es muy curioso, por tanto, que haya sido resucitado recientemente por un número de científicos. En su nueva forma el argumento no se dirige hacia los objetos materiales del universo como tal, sino a las leyes subyacentes, donde es inmune frente a los ataques darwinistas»

A continuación, Davies se adentra en una de sus típicas disquisiciones. Según el cristianismo, la racionalidad de la naturaleza se debe al plan de Dios; pero, añade Davies, esto se acepta, la pregunta siguiente es: ¿con qué fin ha producido Dios este plan?... Esto significaría que nuestra propia existencia en el universo formaba una parte central del plan de Dios. Y sigue: «En The Cosmic Blueprint, escribí que el universo aparece como si se desarrollara de acuerdo con algún plan o bosquejo... Esas reglas parecen como si fuesen el producto de un plan inteligente. No veo cómo puede negarse esto. Que prefiramos creer que han sido planeadas realmente así, y en ese caso por qué tipo de ser, debe permanecer una materia de gusto personal... se podría concebir a Dios meramente como una personificación mítica de esas cualidades creativas, más que como un agente independiente. Por supuesto, esto difícilmente satisfaría a cualquiera que siente que tiene una relación personal con Dios»

Es evidente que Davies no está defendiendo la existencia de un plan divino tal como lo afirma el cristianismo. En este caso, como en tantos otros, su pensamiento llega incluso a chocar con la ortodoxia cristiana. Pero, por eso mismo, resulta significativa la evolución de su pensamiento hacia posiciones cada vez más próximas al teísmo.
Antropocentrismo ¿Puede afirmarse todavía en la actualidad que el hombre ocupa un lugar privilegiado en el plan divino?

Davies, con todas las limitaciones que ya he señalado, se inclina por la respuesta afirmativa y, lo que es más, presenta sus ideas como el resultado de su reflexión sobre la ciencia. Éstas son las palabras finales de su libro: «No puedo creer que nuestra existencia en este universo es un mero episodio del destino, un accidente de la historia, algo incidental en el gran drama cósmico... A través de los seres conscientes, en el universo ha aparecido la auto-conciencia. Esto no puede ser un detalle trivial, un subproducto menor de fuerzas sin mente ni propósito. Realmente está previsto que estemos aquí»

Al comienzo del libro, Davies había escrito: «La revolución comenzada con Copérnico y terminada con Darwin tuvo el efecto de marginar e incluso trivializar a los seres humanos... En los capítulos que siguen presentaré una visión de la ciencia completamente diferente. Lejos de considerar a los seres humanos como productos incidentales de fuerzas físicas ciegas, la ciencia sugiere que la existencia de organismos conscientes es un rasgo fundamental del universo. Estamos inscritos en las leyes de la naturaleza en un sentido profundo y, según me parece, lleno de significado»

En definitiva, las reflexiones de Davies le han llevado a una perspectiva que reconoce un nivel de explicación más profundo que la ciencia: «Pertenezco al grupo de científicos que no suscriben ninguna religión convencional y, sin embargo, niegan que el universo sea un accidente sin significado. Por medio de mi trabajo científico he llegado a creer cada vez con más fuerza que el universo físico está coordinado con una sencillez tan asombrosa que no puedo aceptarla meramente como un simple hecho. Me parece que debe existir una explicación de nivel más profundo» ......

Davies posee un indudable talento como escritor, y una competencia científica que está fuera de duda. Pero lo más notable es que, escribiendo de modo asequible para el gran público, se adentra en los problemas más difíciles que relacionan la ciencia, la filosofía y la religión.

Con respecto a la religión, las ideas de Davies han cambiado con los años. Siempre ha sostenido que la ciencia proporciona un camino importante para acercarse a Dios, pero son sus ideas sobre Dios las que han evolucionado desde una especie de panteísmo hasta una posición próxima a la teología del proceso.
Desde luego, ni el panteísmo ni la teología del proceso son ideas religiosas ortodoxas. El panteísmo identifica a Dios con la naturaleza. Y la teología del proceso afirma un Dios que, siendo diferente de la naturaleza, comparte de algún modo su destino y por eso se encuentra en proceso y cambia. En la Europa de hace varios siglos, tanto católica como protestante, Davies podía haber acabado en la hoguera por defender esas ideas. Sin embargo, ahora recibe un sustancioso premio. Evidentemente, las circunstancias han cambiado, y en nuestro mundo secularizado resulta significativo que un científico conocido, cuyos libros tienen éxito, afirme que existen puentes entre la ciencia y la religión, aunque no llegue a unas ideas muy claras acerca de Dios.

Allí sostenía que la ciencia proporciona en la actualidad un camino más seguro que las religiones tradicionales para llegar a Dios. Claro está que el al que llegaba poco tenía en común con el Dios personal creador del cristianismo; se trataba más bien de una idea que presentaba coincidencias con el panteísmo. Davies aludía al panteísmo como si fuera una idea generalizada entre los científicos; sería . Y sugería que, si el universo fuese el resultado de unas leyes necesarias, podríamos prescindir de la idea de un Dios creador, pero no de la idea de .

 En 1989, Davies editó una obra colectiva en la que se trataban los principales temas de vanguardia de la física en la actualidad. En la Introducción al libro, subrayaba que uno de los logros principales de la física en nuestra época se refiere a los fenómenos de auto-organización, en los cuales muchas partículas cooperan en la formación de nuevas pautas. En sus propias palabras: «Los sistemas complejos dejan de ser meramente complicados cuando despliegan un comportamiento coherente que implica la organización colectiva de un amplio número de grados de libertad. Es uno de los milagros universales de la naturaleza que enormes reuniones de partículas, que sólo están sometidas a las fuerzas ciegas de la naturaleza, sin embargo son capaces de organizarse a sí mismas en configuraciones (patterns) de actividad cooperativa». La referencia a que se realizan en virtud de muestra el asombro de Davies ante la naturaleza tal como nos la da a conocer la ciencia actual.

http://filosofandoyotrascosas.blogspot.com/

Paul Davies


Paul Charles William Davies (22 de abril de 1946) es un físico, escritor y locutor británico reconocido a escala internacional. Actualmente ocupa la posición de profesor en la Universidad Estatal de Arizona, donde dirige el instituto BEYOND: Center for Fundamental Concepts in Science. Anteriormente ha ocupado cargos académicos en la Universidad de Cambridge, Universidad de Londres, Universidad de Newcastle, Universidad de Adelaida y en la Universidad de Macquarie, Sídney. Sus investigaciones se centran en el campo de la cosmología, teoría cuántica de campos, y astrobiología. Davies considera que un viaje de solo ida a Marte es una opción viable.

Libros
Es autor de unos 20 libros, incluyendo La mente de Dios, Otros mundos, Dios y la nueva física, La frontera del infinito, El universo desbocado, Superfuerza, ¿Cómo construir una máquina del tiempo?, Sobre el tiempo, Los últimos tres minutos y Un silencio inquietante.


Premios
El talento de Davies como divulgador científico ha sido reconocido en Australia con un Advance Australia Award y dos Eureka Prizes.

En el Reino Unido con la 2001 Kevin Medal and Prize por el Instituto de Física, y en el 2002 el Faraday Prize por la Royal Society.

Por sus contribuciones a implicaciones profundas de la ciencia, Davies recibió el Templeton Prize en 1995.

Frases célebres de creyentes, Nevill Francis Mott

Ni la física, ni la psicología puede explicar la conciencia humana. Para mí, entonces, la conciencia humana se encuentra fuera de la ciencia, y es aquí donde yo busco la relación entre Dios y el hombre.
Nevill Francis Mott fue un físico y profesor universitario inglés galardonado con el Premio Nobel de Física del año 1977.

jueves, 3 de noviembre de 2011

El taxista y el pasajero fantasma

Gabriel García Márquez

De estas, y de otras muchas experiencias, he aprendido a tener un respeto casi reverencial por las carreteras. Con todo, el episodio más inquietante que recuerdo me ocurrió en pleno centro de la ciudad de México, hace muchos años. Había esperado un taxi durante casi media hora, a las dos de la tarde, y ya estaba a punto de renunciar cuando vi acercarse uno que a primera vista me pareció vacío y que además llevaba la bandera levantada. Pero ya un poco más cerca vi sin ninguna duda que había una persona junto al conductor. Sólo cuando se detuvo, sin que yo se lo indicara, caí en la cuenta de mi error: no había ningún pasajero junto al chófer. En el trayecto le conté a éste mi ilusión óptica, y él me escuchó con toda naturalidad. "Siempre sucede", me dijo. "A veces me paso el día entero dando vueltas, sin que nadie me pare, porque casi todos ven a ese pasajero fantasma en el asiento de al lado". Cuando le conté esta historia a don Luis Buñuel, le pareció tan natural como al chófer. "Es un buen principio para una película", me dijo.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Fantasmas/carreteras/elpepiopi/19810819elpepiopi_7/Tes

Foto causa el interés de los investigadores de lo paranormal

Gran interés está despertando para los cazadores de fantasmas y de investigadores de lo paranormal el caso de una fotografía tomada por los miembros de una familia donde aparecen dos siluetas espectrales aparentemente teniendo sexo .
La protagonista, que en el vídeo se muere de risa, se llama Dianne Carlisle. Asegura que, jugando con su teléfono, su nieta Kimora, de 4 años, sacó la primera foto X del Otro Lado. “¡Parecen fantasmas teniendo relaciones sexuales en mi salón! Están practicando sexo; puedes ver los zapatos de tacón alto de la mujer.

Según el investigador de lo paranormal David Jones. Este experto en fantasmas señala que es importante saber más de la casa para poder formular hipótesis y añade que, en algunos casos, lo que las personas perciben como fantasmas es energía residual que ciertas personas, no necesariamente muertas, implantan en un lugar.
Otra investigadora de lo paranormal, Alexandra Holzer, señala que si bien el reporte de sexo fantasmagórico es inusual, no es único.

Frases célebres de creyentes, Heinrich Böll

"Me aburren los ateos: siempre están hablando de Dios."
Heinrich Böll. Escritor alemán, figura emblemática de la literatura alemana de posguerra.

Frases célebres de creyentes, Thomas Alva Edison


   «Mi máximo respeto y mi máxima admiración a todos los ingenieros, especialmente al mayor de todos ellos, que es Dios».
Thomas Alva Edison. Fue un empresario y un prolífico inventor estadounidense.

Frases célebres de creyentes, Copérnico

«Si existe una ciencia que eleve el alma del hombre y la remonte a lo alto en medio de las pequeñeces de la tierra, es la Astronomía..., pues no se puede contemplar el orden magnífico que gobierna el universo sin mirar ante sí y en todas las cosas al Creador mismo, fuente de todo bien».

Quien que vive en intimo contacto con el orden más consumado y la sabiduría divina, no se sentira estimulado a las aspiraciones más sublimes ¿Quién no adorará al arquitecto de todas estas cosas?
Copérnico. Probó la esfericidad de la tierra, expuso sus movimientos y la rotación de todo el sistema solar. Defendió el Heliocentrismo.

Frases célebres de creyentes, Alexander Volta

«Yo confieso la fe santa, apostólica, católica y romana. Doy gracias a Dios que me ha concedido esta fe, en la que tengo el firme propósito de vivir y de morir».

«He estudiado y reflexionado mucho. Ahora ya veo a Dios en todo...».Alexander Volta. Descubrió las nociones básicas de la electricidad.

Frases célebres de creyentes,Secchi


«De contemplar el cielo a Dios hay un trecho corto».
Secchi. Célebre astrónomo.

Frases célebres de creyentes, Marconi

«Lo declaro con orgullo: soy creyente. Creo en el poder de la oración, y creo, no solo como católico, sino también como científico».
Marconi. Premio Nobel 1909

Frases célebres de creyentes, Liebig

«La grandeza e infinita sabiduría del Creador la reconocerá realmente sólo el que se esfuerce por extraer sus ideas del gran libro que llamamos la naturaleza».
Liebig. Célebre químico

Frases célebres de creyentes, Charles Townes

«Como religioso, siento la presencia e intervención de un ser Creador que va más allá de mi mismo, pero que siempre está cercano…la inteligencia tuvo algo que ver con la creación de las leyes del universo»
Charles Townes. Compartió el premio Nobel de física 1964 por descubrir los principios del láser.

http://www.erain.es/departamentos/religion/SUBPAG/HISTORIA/cientificos/index.htm

Frases célebres de creyentes, Robert Andrews Millikan

«Puedo de mi parte aseverar con toda decisión que la negación de la fe carece de toda base científica. A mi juicio jamás se encontrará una verdadera contradicción entre la fe y la ciencia».
Robert Andrews Millikan. Físico americano, Premio Nobel

Frases célebres de creyentes, André-Marie Ampère

  «¡Cuán grande es Dios, y nuestra ciencia, una pequeñez!».
André-Marie Ampère. Descubrió la ley fundamental de la corriente eléctrica.

‎"Soy ateo, y eso me fastidia y me cabrea, porque la fe reconforta"‎

"Soy ateo, y eso me fastidia y me cabrea, porque la fe reconforta"‎
Nanni Moretti es un director, actor, productor y guionista cinematográfico italiano.